En México, el oficio y arte de cocinar no sólo ha dado lugar a excelsas obras de la gastronomía universal, sino a la elaboración de muchas de las mejores piezas de nuestro arte popular.
Molcajetes, metates, cazos, jarras y jarritos, ollitas y ollotas, cestería, mantelería, muebles y utensilios de todo tipo, forma, textura, color y olor han llenado desde tiempos ancestrales nuestras cocinas, en un afán por hacer la vida cotidiana no sólo más sabrosa, sino más bella…