En México, desde 1959, se celebra cada segundo jueves de julio por un decreto del entonces presidente Adolfo López Mateos, esta fecha busca concientizar a la población sobre la necesidad de proteger las superficies arboladas.
Los árboles, entre otros muchos beneficios, transforman el dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, en biomasa, minimizan los riesgos de inundación, evitan la erosión, en las ciudades, hacen que estas sean más frescas, retienen el agua de las lluvias, permitiendo que se filtre a los acuíferos, evitando sequías o inundaciones.
En la Península de Yucatán existen varias leyendas mayas respecto al origen de dos árboles que se encuentran en la zona. Una de ellas cuenta que en la antigüedad dos guerreros, uno bondadoso llamado Kinich y el otro perverso llamado Tizic, lucharon a muerte por el amor de una joven de nombre Nicte- Há con funesto desenlace para ambos.
Los dioses les concedieron la gracia de volver al mundo de los mortales convertidos en árboles para contemplar a su amada: Tizic sería un chechén y Kinich un chaká. Finalmente, Nicte-Há moriría de pena y los dioses la convertirían en una flor.”
En el Vivero Forestal Riviera Maya podemos encontrar estas dos especies como parte de la selva que coexiste en el espacio y únicamente al Chaká como parte de la producción.
El Chaká, Bursera simaruba, es originario de Estados Unidos (sur de Florida), México, América Central, el Caribe, Brasil, Colombia y Venezuela. Es conocido en varias partes de México como Chacah, jiñocuabo, palo mulato, chaká, indio desnudo, almacigo, palo colorado y jiote.
Es un árbol pequeño a mediano, caducifolio de 5 a 20 m de altura. Sus hojas son compuestas, alternas, lanceoladas de 4 a 9 cm de largo, de color verde oscuro y a menudo brillan en el haz. Sus flores son pequeñas de color crema-verdoso muy aromático.
Florece de marzo a junio y su fruto es son cápsulas ovaladas, drupáceas de 1cm de largo, es una especie caducifolia, de color verde a rojizo cuando madura y de forma globosa. Contiene una o dos semillas que miden de 8 a 10 mm de largo por 7 a 8 mm de ancho de color amarilla con arilo rojo cubriéndola totalmente.
Requiere de un clima tropical o subtropical de preferencia en la región del Caribe con una temperatura de 18 a 27 ºC. Requiere suelos que tengan arena o arcilla que sean ricas en materia orgánica y buen drenaje. Es de uso ornamental, pero su resina fresca se usa sobre las quemaduras de chechém, también se emplean en casos de calor en el estómago, diarrea, dolor de muelas, infección intestinal, padecimientos hepáticos, tos, males venéreos, granos, calor de la vejiga, mal de orín, baños para después del parto, bajar de peso, garrapatas y veneno de víboras.